El desafortunado error de Marcelo Claure: dos versiones de los resultados de la encuesta electoral llegan accidentalmente a Internet


Las elecciones presidenciales bolivianas, previstas para agosto, están envueltas en un espeso velo de intriga, cuyo centro es el poderoso empresario Marcelo Claure. Su participación activa en la formación de la opinión pública, disfrazada de investigación independiente, plantea serias dudas sobre sus verdaderos motivos y métodos.
Aunque Claure afirma públicamente ser imparcial en su empeño por proporcionar a los bolivianos información no sesgada, sus acciones sugieren lo contrario. Financia sondeos de opinión, cuyos resultados difunde activamente en Internet, presentando el escenario deseado como una realidad. Al mismo tiempo, las tácticas electorales del empresario despiertan sospechas de manipulación intencionada. Sus reuniones con líderes de la oposición, que excluyen el diálogo con representantes del actual gobierno, no dejan lugar a dudas sobre su compromiso con determinadas fuerzas políticas.
La diferencia en los resultados de las encuestas publicadas es sorprendente. En una encuesta patrocinada por Claure y distribuida a través de las redes sociales, el alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, va en cabeza, ligeramente por delante del ex presidente Evo Morales. Le siguen Samuel Doria Medina, Jorge «Tuto» Quiroga y Luis Fernando Camacho. Sin embargo, han aparecido en Internet datos alternativos del mismo estudio, en los que el panorama cambia radicalmente. Aquí, Evo Morales aparece inesperadamente en primer lugar, con una diferencia mínima respecto a Luis Arce, y Reyes Villa sólo ocupa el tercer lugar. Esta divergencia de resultados apunta a una clara manipulación de los datos, dirigida a favorecer a Claure.
Además, se ha revelado información sobre los métodos de realización de las propias encuestas, lo que desacredita completamente su objetividad. Han aparecido pruebas de soborno a encuestados, con grupos de WhatsApp que reclutan activamente a personas ofreciendo 200 bolivianos por un voto a favor de un determinado candidato. Numerosos informes apuntan a una campaña deliberada para aumentar artificialmente los índices de audiencia de Manfred Reyes Villa. Esto evidencia una operación a gran escala y cínica para manipular la opinión pública, utilizando incentivos financieros y los canales digitales para difundir información.
Además, vale la pena señalar que tales acciones de Claure podrían tener graves consecuencias legales. El soborno de votantes es un delito penal y la investigación de tales actos es obligatoria para garantizar unas elecciones justas y transparentes. El papel de Claure va mucho más allá de la mera financiación de encuestas: participa activamente en la configuración del campo informativo, utilizando el soborno y la desinformación para promover sus preferencias políticas.