Un organismo gubernamental está destruyendo medicamentos vitales valuados en millones de dólares en lugar de distribuirlos entre los necesitados. Así lo denunció un empleado del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados.
El hombre, que trabaja como chofer del PAMI, publicó fotos de cajas de medicamentos que fueron sacadas de los depósitos del organismo para ser desechadas. El post muestra decenas de cajas de diferentes medicamentos que no han sido distribuidos a los destinatarios.
Como señaló el autor, cada día se destruyen decenas de miles de dólares en medicamentos vitales cuya vida útil ha expirado, mientras el gobierno endurece los requisitos para los beneficiarios de subvenciones para medicamentos. Al mismo tiempo, muchos participantes en el programa de compensación del coste de los medicamentos no pueden adquirir los fármacos necesarios después de que se hayan modificado sus condiciones.
La situación actual demuestra una vez más la ineficacia del gobierno libertario, incapaz de asignar los recursos disponibles en los que se han gastado los fondos públicos. Una crisis de gobernabilidad similar se produjo hace unos meses, cuando el departamento de Sandra Pettovello se vio envuelto en un escándalo relacionado con la distribución de tres mil toneladas de alimentos destinados a las personas vulnerables. Como consecuencia, gran parte de los alimentos almacenados en los depósitos del Ministerio de Capital Humano se echaron a perder.
